Esta entrada es muy interesante, ya que voy a explicar detenidamente cómo podemos organizar el espacio de la habitación de un bebé de forma muy sencilla siguiendo unas directrices.
El bebé va creciendo y a medida que lo hace, el espacio debe adaptarse a él. Debemos mirar el espacio de nuestro hogar desde la mirada del niño para darnos cuenta qué debemos cambiar para adaptarlo a él.
LA HABITACIÓN MONTESSORI
Uno de los lugares donde el niño pasa más tiempo cuando está en casa, es su habitación. La Dra. Montessori cambia completamente la estructura de la habitación clásica que casi siempre es imaginada por parte del adulto, para tener tranquilo o proteger al niño en todas las formas posibles. La pedagogía Montessori vuelca esta visión llevándola, como es su costumbre, al punto de vista del niño. Tendremos entonces una habitación dividida por cuatros zonas:
- La zona de las actividades
- La zona del descanso
- La zona de la nutrición
- La zona de la cura de la persona
Obviamente esta no es una repartición casual, sino que responde exactamente a todas las necesidades del niño en el desarrollo de sus periodos sensibles.
ZONA DE LAS ACTIVIDADES
Se coloca preferiblemente en el área con más luz. Si la habitación del niño es pequeña, esta zona se puede recrear en el salón o dónde el adulto suele pasar más tiempo. Prepararemos un fotón/colchoneta de algodón a dos plazas, de 2cm de alto recubierto de una sábana clara que se cambiará a menudo. Puede ser apoyado encima de una alfombra suave e gruesa. El fotón será colocado entre dos paredes que forman un ángulo, esto para dar un sentido de protección al niño. La sabana y la alfombra deben tener colores parecidos, preferiblemente de un solo tono o con fantasía delicada y de color pastel. Alrededor del fotón, apoyados en la alfombra, a partir de los 3 meses habrá cojines que tendrán en los primeros meses la función de barrera de protección para el niño. A lo largo del fotón, justo al borde, será colgado a la pared de forma bien sostenida un gran espejo con los bordes redondeados en el que el niño pueda verse con facilidad. De frente del espejo, o si hay espacio suficiente preferiblemente en otra pared siguiendo el criterio de separar las actividades, habrá una barra de madera, de un 1 metro de largo, a unos 45 cm desde el suelo, donde el niño podrá entrenarse en sus habilidades motoras, mantenerse de pie y desplazarse lateralmente con el apoyo de la barra. Desde el techo colgarán móviles, campanitas, anillos de madera que se puedan agarrar y/o objetos atados a unos elásticos o muelles que se puedan tirar. Hay que subrayar que la elección del fotón no es casual, responde perfectamente a las necesidades del niño de estar tumbado y libre de desplazarse, para poder fortalecer los músculos de la cabeza, aprender a reptar, girarse y más adelante a gatear, sentarse y finalmente ponerse de pie. El fotón amortigua eventual caídas, pero es bastante rígido para permitir con facilidad los movimientos y apreciar sus sensaciones. Encima del fotón se pueden apoyar objetos que atraen la atención del niño y que lo motiven a alcanzarlos reptando antes y luego gateando.
ZONA DE DESCANSO
Al principio el niño dormirá en la cesta Montessori en la habitación de los padres de noche o apoyando la cesta al centro del fotón durante el día. Cuando la cesta sea demasiado pequeña para el bebé, podrá dormir en la cama sin barrotes a la altura del suelo. Cuidar que la cama esté en la zona con menos luz y en un lugar protegido, lejos de corrientes de aire.
ZONA DE NUTRICIÓN
Esta zona está compuesta de un cómodo sillón para la mamá (o el papá) con posa brazos a una buena altura para favorecer la lactancia, un taburete o banquito para descansar los pies y una mesita. En alternativa puede ser un sofá o una silla cómoda. Aquí la madre y el hijo se juntarán para el momento de la toma, situación de gran intimidad y comunicación para ambos. En la mesita estará lo que se pueda necesitar: una lámpara, un diario, un vaso y agua para la mamá, un babero, un biberón si no se amamanta, etc. Si se quiere, se puede colgar también un cuadro a altura tal que el niño le pueda observar en los brazos del adulto. Esta mesita será la misma que servirá de plano de trabajo para cuando el niño será más grande.
ZONA DE LA CURA DE LA PERSONA
Aquí tendremos un mueble cajonera alto unos 90cm que contendrá la ropa del niño. Encima del mueble se pondrá una colchoneta plastificada de color suave, que será el cambiador. En su correspondencia será colgado a la pared un panel de tela con bolsas, donde se podrán guardar los pequeños objetos necesarios para cuidado del cuerpo cómo un cepillo, unas pequeñas tijera para las uñas, la crema o un aceite (el de oliva emulsionado con agua o el de almendras dulce) y lo que se considere necesario.
Esta zona ha sido colocada en la habitación para que el niño aprenda desde el principio que las accione de vestirse/desvestirse tienen lugar en este espacio y en consecuencia se han juntado aquí casi todas las actividades de cuidado de la persona. Si no hay suficiente espacio, el cambio de pañal u peinarse, cortarse las uñas etc., pueden estar en el lavabo.
Es necesario adaptar las otras habitaciones de la casa a las necesidades del niño que crece.
Baño:
- Necesita un banquito para usar en el lavabo (se puede usar el del mismo del cuarto), o una caja.
- Al sentarse en el escusado necesita tener los pies apoyados en un banquito. Se puede poner un adaptador para hacer el escusado más chico, así el niño se sentirá seguro. También se puede dar la opción del uso de un orinal.
- En una estantería a su altura puede haber: el cepillo de dientes y la pasta, el cepillo y/o peine, un platito con un jabón pequeño. Cerca habrá una toalla pequeña en un ganchito a su altura.
- Es importante mostrarle el uso del agua caliente y del agua fría: primero se abre la fría y después la caliente; además de que se tiene que habituar y tratar de evitar accidentes.
- Que haya un espejo a su altura para que se pueda ver de cuerpo entero.
- El niño ya puede empezar a bañarse en la ducha, pero le gusta más la bañera para jugar con el jabón y el agua, además de que se relaja.
Cocina:
- Los niños adoran la cocina, porque los adultos están mucho tiempo ahí, además de que pueden hacer muchas actividades.
- Todo lo peligroso (filoso, etc.) se pone fuera del alcance del niño, y si el niño usa un cuchillo es bajo la supervisión del adulto. -- Necesita un banquito para llegar al fregadero o poder lavar cosas, y así poder ayudar al adulto.
- Tener tablas para picar más pequeñas, así como utensilios de cocina más pequeños.
- Dejar a la altura del niño los platos, servilletas, tazas, manteles, etc., para que pueda colaborar y ayudar para poner la mesa.
- Que por ejemplo los cereales y cosas de comer que se pueda servir, también estén a su altura.
- Se le puede solicitar su cooperación en algunas actividades como lavar platos, frutas, verduras; ayudar a guardar lo que se compró en el mercado; hacer agua de fruta; pelar la fruta; hacer pasteles o masa; poner y recoger la mesa; guardar algunas cosas de la alacena, etc.
Comedor:
- El niño ya puede comer en la mesa con los adultos, sólo necesita una silla alta de cual se pueda bajar sólo, o una silla normal con cojines o almohadones. Es muy importante que el niño apoye los pies en el piso y no que estén volando.
-Los platos y cosas para poner deben estar a su altura para que él ayude a poner la mesa.
- Los cubiertos, vasos, jarra, platos, etc., deben de estar a su medida e iguales a los de los adultos; mejor que sean rompibles para que aprendan a usar las cosas (control de error). Y así se le da el respeto como persona diciéndole que sabe cómo usar bien las cosas.
Información extraída de la asignatura Diseño de ambiente 0-3 años. Elisa Dalla Vedova. IMI
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